Julian Brandon: Una Vida Dedicada a la Danza
Julian Brandon comenzó a bailar a la temprana edad de 10 años en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, con la Academia de Danza Mignon Furman. Allí, avanzó a través del riguroso sistema de la Real Academia de Danza, obteniendo su certificado avanzado con distinción a los 17 años. Posteriormente, se graduó de la Escuela de Ballet de la Universidad de Ciudad del Cabo con una licenciatura en artes escénicas con honores.
En 1976, con solo 19 años, Brandon se trasladó a Europa, donde durante los siguientes 25 años se consolidó como una figura destacada en algunas de las más prestigiosas compañías de ballet del continente. Su carrera lo llevó a formar parte del Ballet Nacional de Finlandia, el Ballet Nacional Holandés, el Ballet Nacional Español, el Ballet de Zurich y el Ballet de la Ciudad de Londres, entre otros. En estos escenarios, interpretó una amplia variedad de roles, desde cuerpo de ballet hasta papeles principales, trabajando con renombrados coreógrafos como Rudi van Danzig, Hans van Mannen, Alberto Méndez, Milko Sparenblek y Uwe Scholtz.
Su carrera como docente comenzó en España, en el Estudio de Danza de Canarias, Islas Canarias, antes de trasladarse a Madrid para colaborar con el Ballet Nacional de España como maestro de ballet invitado. En 1993, regresó a Sudáfrica para unirse al Ballet Theatre Afrika como maestro de ballet y al Departamento de Educación de Sudáfrica en el área de arte y cultura, donde contribuyó al desarrollo del plan de estudios de danza para escuelas superiores.
En 2009, Brandon volvió a España, impartiendo clases en diversas academias en Madrid, Bilbao, Málaga y Córdoba como artista residente. Finalmente, en 2017, se estableció en el Reino Unido, colaborando con varias facultades de artes escénicas como profesor de ballet, incluyendo el Millennium Performing Arts College y el London College of Performing Arts en Londres.
Julian Brandon también ha dejado una huella en la carrera de reconocidos bailarines, como se evidencia en su vínculo con el currículo de Dácil González, ganadora del Premio Nacional de Danza 2019.