LAS COSAS SE MUEVEN PERO NO DICEN NADA
Las cosas se mueven pero no dicen nada es una pieza de danza que se apoya en las ideas de permanencia e insistencia. Interpretada por un elenco femenino y construida a partir de la sonoridad del cuerpo de las bailarinas, evoca los procesos vitales de transformación y repetición. Se trata de una pieza escénica radicalmente arraigada en la presencia de las bailarinas a través de sus movimientos y de cómo suenan sus cuerpos. De sus cuerpos que no se desplazan, de sus columnas agitadas en múltiples direcciones, de sus brazos lanzados con violencia y descontrol se despliega una poética de cuerpos que resisten de pie, que permanecen, cuerpos atravesados por diversas fuerzas e intensidades. Un cuerpo colectivo de mujeres que presenta su resiliencia ancestral como forma de estar en el mundo.