NACHO DUATO: “MI MADRE ME DIJO DE PEQUEÑO: ‘ESTÁ BIEN QUE TENGAS UN TALENTO ESPECIAL, PERO ESO LO VAS A PAGAR’. Y LO HE PAGADO”
El coreógrafo nos abre las puertas de su casa para hablar de su carrera, su nueva faceta como pintor y la soledad del éxito.
Nacho Duato (Valencia, 1957) recorre las habitaciones como un torbellino mientras el fotógrafo se esfuerza por captarlo en un instante de reposo. Estamos en su casa del centro madrileño, un piso de techos altos reformado por el interiorista Pin Morales en un majestuoso edificio de 1907. El bailarín solo conoce el movimiento y mantiene sus poses durante apenas unos segundos. Reordena los libros de su mesa, inundada de títulos de Filosofía e Historia llenos de anotaciones, para luego mostrarnos el Segrelles de su dormitorio, sus nuevos lienzos o el Anubis de David Cregeen —conserva una colección de arte de exquisito gusto—, todo bajo una cascada de comentarios incisivos sobre el desinterés de los políticos por la cultura, la frialdad de los berlineses o las dificultades de comunicarse con las cajeras del mercado en San Petersburgo, donde reside cuatro meses como director del ballet imperial del Teatro Mijáilovski.
Lee el artículo completo en: