THE VERY LAST NORTHERN WHITE RHINO
Cuando el periodista del New York Times, Sam Anderson, se enteró de la muerte del último macho de rinoceronte blanco del Norte, cogió un vuelo a Kenia para observar y narrar con detalle la vida diaria de las dos últimas representantes de esta especie, que desaparecería definitivamente de la tierra una vez hubieran muerto. La imagen indiferente de estos individuos frente al destino de su especie transmitió al reportero una sensación de paz, en un momento de incertidumbre global.
A través de una investigación formal sobre distintos estilos de danza urbana, Core ofrece la imagen del hombre que baila porque ha descubierto que, como lo expresa Paul Valéry, tenemos «demasiada energía para nuestros menesteres». Es decir, presentar la danza como exceso, como celebración derivada de la vida.